Un alimento oriental que vale la pena conocer
Con la expansión de la comida china y del resto de Asia a lo largo del planeta, no solo los platos más famosos se han hecho su propio espacio en las ciudades de todos los continentes, sino que ciertos ingredientes, como los edamames, que solían encontrarse y consumirse casi que exclusivamente en Oriente, también han roto las fronteras para llegar a cualquier país.
De esta forma podemos hablar, por ejemplo, de preparaciones tradicionales como las gyozas (una especie de empanadillas rellenas de verduras) y los rollitos primavera, pero si queremos profundizar en elementos más individuales, se puede mencionar el jengibre y la soja.
¿QUÉ SON LOS EDAMAMES?
A pesar de su nombre, que puede sonar extraño para los oídos occidentales, en realidad es un alimento que podemos comparar fácilmente con las arvejas, pues son similares en términos de color y textura.
Si repasamos algunos de los ingredientes más comunes en la gastronomía asiática, entre, por ejemplo, el jengibre y el arroz, no hay ninguna duda de que la soja es un elemento que está presente en todas las mesas. Vale la pena entender esto para darse cuenta por qué los edamames se ven con tanta frecuencia en este continente.
Y es que los pequeños granos de color verde y textura suave de los que estamos hablando son, a fin de cuentas, las mismas vainas de soja, pero inmaduras. Es decir, se recogen antes de lo que se hace normalmente para aprovechar sus cualidades, como ese color más intenso que también puede aportar en términos de decoración. Los edamames son conocidos por su contenido nutricional, 1 taza de edamames aporta fibra, folatos y minerales como el hierro, fósforo, magnesio y zinc.
CÓMO COCINAR LOS EDAMAMES
Vale la pena aclarar que cuando hablamos de la cocción de los edamames, casi siempre los vamos a hacer dentro de sus vainas. Por lo menos mientras los preparamos, no vamos a sacar las semillas o los granos. De esta forma se logran los mejores resultados en términos de textura.
- Edamames hervidos: una forma sencilla y la más común de cocinarlos es en agua hervida. Para hacerlo, primero tenemos que calentarla en una olla a fuego alto o medio-alto. Una vez que empiece a hervir, bajamos a temperatura media y agregamos un puñado de edamames. Los dejamos cocinar por poco tiempo, entre 5 y 7 minutos, o hasta que estén suaves. Escurrimos y los sazonamos. Usualmente se usa una pizca de sal, para después remojarlos en salsa de soja.
- Al baño María: este es otro método que se usa con frecuencia para prepararlos. Primero debemos poner una olla con agua a calentar a fuego medio-alto. Luego, colocamos un recipiente de vidrio o metal encima, asegurándonos de que el fondo del bowl no entre en contacto con el agua. Agregamos los edamames y los dejamos cocinar con el vapor. Desde que empieza a hervir pueden ser alrededor de 8 y 10 minutos o hasta que tengan una textura más suave.
- A la plancha o en una sartén: acá podemos usar ambos utensilios para cocinar nuestros edamames, que en este caso obtienen una textura más firme, pues no se usa agua y, por ende, hay menos humedad. En cambio, el poco aceite de oliva que utilicemos le alcanza a dar un toque sólido a las vainas, que se evidencia cuando mordemos para sacar los granos.
Se calienta el aceite de oliva en una sartén a una temperatura media-alta y añadimos los edamames. Acá es una buena idea sazonarlos antes, para que las especias liberen un poco de sus sabores gracias a las altas temperaturas. Se cocinan hasta que las vainas se doren.
Horneados: realmente hay muchas opciones para cocinar los edamames. Si queremos evitar el uso de aceite y el tiempo que tarda en hervir el agua, prepararlos con este método se convierte en una alternativa estupenda al agregar sabor y una textura más crujiente por el tratamiento término del horneado. Simplemente los sazonamos con nuestras especias preferidas y los cocinamos por unos 15 minutos.
IDEAS PARA SACARLE PROVECHO A LOS EDAMAMES
Como no tiene un sabor muy fuerte, estos granos de soja no se roban el protagonismo de los otros alimentos o ingredientes. En cambio, son excelentes acompañantes para complementar los elementos principales.
Estas cualidades convierten a los edamames en un alimento muy versátil que puede participar en todo tipo de platos, como veremos a continuación.
- Con distintos tipos de carnes: en Japón hay una gran tradición de comida de mar, pero las preparaciones con cerdo y res no se quedan atrás. Más allá de que sea carne roja o blanca, los edamames son un complemento estupendo que se pueden servir dentro de sus vainas o únicamente los granos. En este caso aportan una nueva textura y un color verde que contrasta muy bien en el plato.
- Con arroces: en Occidente no es nada extraño que cocinemos arroces con maní o arvejas, pues somos conscientes de que es un cereal que va de maravilla con una buena variedad de ingredientes. Entre estas opciones tenemos que considerar a los edamames, en especial servir los granos sin las vainas.
El blanco y el verde combinan muy bien, pero además está la posibilidad de jugar con los sabores. Por ejemplo, si es un arroz con culantro que tiene ese toque aromático, podemos sazonar los edamames con jugo de limón para añadir un elemento ácido o, por otro lado, con pimienta negra y curry si queremos un poco de picante.
Recetas para usar adamames
- Fideos: pasamos del arroz a los fideos, dos alimentos muy comunes de la cocina asiática. Pensemos, por ejemplo, en un salteado con verduras al wok. Aquí tenemos dos opciones, cocinar los edamames en la sartén o hervirlos y añadirlos al momento de servir. En el último caso, van a entregar una sensación de frescura al plato.
- Como aperitivo o snack: los edamames son una opción popular en Asia para servir en bares y restaurantes para abrir el apetito o mientras se espera por los platos principales. Aunque lo más común es sazonarlos con sal, en verdad tenemos a nuestra disposición un universo inmenso de condimentos y hierbas para jugar con los sabores.
Edamames con hummus: un verdadero clásico para dipear con amigos y familiares, usando un pan pita o galletas para comer esta deliciosa preparación de Medio Oriente que tiene a los garbanzos triturados como protagonistas. Cuando se sirve, lo más normal es añadir un poco de aceite de oliva y algunas semillas, ambos aportando sabor y textura. Un tercer elemento que, además, viene con un nuevo color son los edamames.
- En ensaladas: los ingredientes más importantes en las ensaladas son las verduras, como las bases de hojas verdes (lechuga, espinaca, etc.), con cebolla, tomates, pepino, zanahoria y cualquier otro vegetal. Pero la diferencia la marcan los otros complementos.
Los frutos secos (nueces, almendras, pistachos, etc.) suelen añadirse para dar un toque crujiente, mientras que las semillas (chía, girasol) aportan un elemento decorativo y de textura. Entre estas alternativas, vale la pena tener en cuenta a los edamames, así le sacamos provecho a este ingrediente que no es muy común, pero que tiene todo el potencial para estar en los platos que cocinemos en casa.
- Bebida vegetal de edamames: hoy en día existen todo tipo de alternativas vegetales para sustituir o reducir el consumo de leche de origen animal. Hay opciones de almendras, arroz y coco, entre muchas otras, y también está la de edamames. Además, es sencilla de hacer.
Se sacan los granos de las vainas y se dejan remojando durante la noche. Al día siguiente se escurren y se licúan con agua, hasta lograr que se integren los edamames con el líquido. Tras pasar la mezcla por un colador, se pone a hervir para reducirla un poco y que quede más cremosa. Podemos añadir alguna esencia o miel para jugar con su sabor.
A pesar de su origen oriental y su popularidad en Asia, los edamames y otros ingredientes que no son comunes en Occidente han entrado a nuestras cocinas. En Recetas Nestlé® aprovechamos todos los elementos para preparar los mejores platos, así que cuéntanos cómo has usado los edamames en casa.
Fuentes:
https://www.orientalmarket.es/edamame/
https://www.consumer.es/alimentacion/edamame-propiedades-beneficios-salud.html