En Recetas Nestlé® exploramos esta deliciosa verdura, llena de virtudes para cocinar
Más allá del nombre con el que se le conozca, betarraga, betabel o remolacha, esta verdura es una de las más apreciadas por los amantes de la cocina. Su color, su sabor y los cambios que tiene cuando la cocinamos con distintas técnicas la convierten en un alimento del que tenemos que hablar.
LAS CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE LA BETARRAGA
Aunque el sabor es en lo primero que pensamos cuando imaginamos un alimento, hay otras características sobresalientes que ciertas frutas y verduras también llevan. Puede ser una textura específica, una figura curiosa o un color llamativo.
La betarraga entra en la última categoría. ¿O es que acaso los que cocinamos con este alimento no hemos quedado con las palmas de la mano de color violeta o rosa? ¿Cuántos delantales de cocina han quedado con manchas por la betarraga?
Pero no tenemos que quejarnos de un color como este, al contrario, lo ideal es aprovecharlo en nuestros platos, sobre todo porque sus tonos pueden cambiar. Un poco más adelante vamos a profundizar en ese punto.
MÁS ALLÁ DEL COLOR
Pero la betarraga, es mucho más que una verdura colorida. Su sabor, que en realidad es lo que más nos importa, se destaca por tener un ligero toque dulce, sobre todo cuando la comemos cruda, aunque se usa también en preparaciones saladas.
Respecto al tamaño, es un alimento mediano y con una forma casi que esférica. Es común hallarla con su raíz y las hojas verdes, que también vamos a aprender a usar. En Recetas Nestlé® nos gusta aprovechar al máximo todos los alimentos.
LA BETARRAGA EN LA COCINA
Teniendo en cuenta las características anteriores, podemos empezar a imaginar y crear platos en nuestra cabeza. Si tiene un sabor dulce y suave, ¿cómo puedo combinarla con otras verduras? ¿Puedo usar su color para darle más vida, por ejemplo, a una ensalada de papas?
De esta forma es que los fanáticos y expertos de la cocina preparan los mejores platos. Cuando comprendemos las propiedades de los alimentos, podemos usarlos para crear preparaciones innovadoras y fabulosas.
Además, también tenemos que explorar algunas técnicas de cocción que tienen un efecto en el sabor y la textura de la betarraga. Esto abre nuestro abanico de posibilidades para cocinar. Pero antes de continuar, es importante recordar que es necesario limpiar las frutas y verduras antes de usarlas.
Estas son algunas ideas que queremos compartir en Recetas Nestlé®.
- BETARRAGA AL HORNO
Cuando preparamos esta verdura en el horno, las altas temperaturas hacen que el sabor dulce resalte y tenga una presencia mucho más notoria, ni siquiera hace falta sazonarla (aunque recomendamos hacerlo para experimentar con los sabores).
También tenemos unas cuantas opciones en su presentación. Por un lado, podemos usar la betarraga entera y sin pelar, aunque es necesario cortar las hojas y la base. Cuando es horneada, la cáscara queda arrugada y al final es muy fácil de sacar.
La otra opción es cortarla en macedonias, cuadros o rodajas. En este caso se cocinan más rápido y es mejor pelarla antes. Un poco de aceite de oliva funciona muy bien.
- BETARRAGA AL VAPOR
Si al prepararla en el horno dijimos que su sabor dulce se siente más fuerte, en este caso la textura es lo que tiene un cambio más significativo. La betarraga cruda es firme, toca cortarla usando un cuchillo con buen filo.
Pero cuando la cocinamos usando el vapor del agua, se siente mucho más suave y tierna, como para darle un giro a un hummus de color violeta o un puré de verduras. ¿Cómo saber si está lista? Es muy fácil.
Únicamente se debe clavar un tenedor o un palito de madera. Si sale fácilmente, significa que ya podemos apagar el fuego; si se queda atorado, aún falta tiempo de cocción.
- BETARRAGA HERVIDA
Acá la mayor recomendación es no pelar la betarraga. Si lo hacemos, una gran parte de su sabor y su color se va a perder en el agua hirviendo. Sin embargo, sí es necesario cortar las hojas y la cola.
Otra recomendación para que, además de su sabor, también mantenga ese color vibrante que tanto nos gusta, es añadir un poco de jugo de limón o vinagre.
Si ponemos la betarraga dentro del agua antes de que hierva y a fuego alto desde el comienzo, es importante reducir la temperatura una vez empieza a hervir. A partir de ese momento se cuenta el tiempo, que varía dependiendo de su tamaño.
Al igual que la cocción a vapor, un cuchillo, un tenedor o un palito de madera nos pueden ayudar a determinar si está lista. Para pelarla, simplemente la llevamos a un bowl de agua fría y con hielo. La dejamos un par de minutos enfriando. Al final arrancamos la piel con los dedos.
Un tip antes de continuar: siempre que preparemos un alimento en agua hirviendo tenemos que dejar la olla tapada para mantener la temperatura.
RECETAS PARA USAR LA BETARRAGA:
TIPS AL MOMENTO DE COCINAR CON BETARRAGA
Después de hablar de lo maravillosa que es esta verdura, de su sabor dulce y delicioso, de ese color atractivo que puede encargarse de llevar un plato a un nuevo nivel de personalidad, o de cómo aprovechar su textura con diferentes técnicas, aterrizamos en el lado que, para muchos, es lo molesto de la betarraga: las manchas.
Es imposible usarla y no terminar casi que pintados de tonos rojizos, violetas y rosas. Por eso, queremos hablar de algunos consejos en este aspecto.
- Usar guantes: si queremos evitar que nuestras manos se manchen, lo más sencillo es usar unos guantes que protejan la piel. Vale la pena aclarar que, en caso de que nos ensuciemos las manos, simplemente tenemos que lavarlas con agua y jabón, aunque un poco de jugo de limón también puede ayudar.
- Cuidar la tabla de corte: la betarraga también puede manchar los utensilios y, además, de forma permanente. Uno de los más afectados suele ser la tabla para cortar. Lo más fácil es simplemente lavarla con agua cuando la dejemos de usar, y si vemos manchas más difíciles de sacar, podemos suavizarlas con un limón y/o su jugo.
- Siempre usar delantal: aunque los utensilios se pueden lavar, las manchas en la ropa son más complicadas de sacar. Las de betarraga no son la excepción, por eso nuestro gran consejo si vamos a cocinar con esta verdura es siempre usar un delantal o alguna camisa o ropa vieja que no nos importe ensuciar.
IDEAS DE RECETAS CON BATARRAGA
Tras repasar algunos métodos de cocina con los que podemos cocinar esta verdura, es momento de empezar a pensar en platos más concretos.
- Ensalada de betarraga: una de las opciones más populares para usarla puesto que va de maravilla con zanahorias, apio, ajo, lechuga, pepino, entre otras. Incluso, unos gajos de naranja o mandarina aportan ese toque cítrico, que con sus colores hacen de una ensalada con betarraga un plato con un aspecto espectacular. Si la queremos usar cruda, simplemente la podemos rallar. Utilízala para hacer un Pollo Maggi Brasa y Ensalada Rusa.
- Chips de betarraga: una preparación perfecta para un snack a media mañana durante el trabajo, para recargar energía al estudiar o para compartir con amigos y familiares el fin de semana. Es importante hacer cortes delgados para tener el mejor resultado, que se puede lograr en una freidora de aire.
- Crema de betarraga: acá podemos tener versiones frías (algo así como un gazpacho) y calientes, cada persona puede elegir su preferido, aunque el clima seguramente influye. Unos crotones o frutos secos pueden quedar muy bien en un plato de este estilo.
- Hummus de betarraga: si queremos que el color de este dip llame la atención de todo el mundo, añadir betarraga al hummus tradicional de garbanzos es un giro que tenemos que usar.
- Preparaciones red velvet: en el inmenso universo de los postres, podemos hablar de un grupo que sobresale a primera vista por su color, un rojo usualmente intenso que llamamos “red velvet”. Existen versiones en galletas, cupcakes y tortas. Muchas veces es gracias a la betarraga o un extracto de esta que logramos estos tonos.
APROVECHAR LAS HOJAS DE LA BETARRAGA
Cuando cortemos las hojas verdes no las arrojemos a la basura inmediatamente, es mejor guardarlas para sacarles provecho. Una buena forma de verlas es usarlas como si fuesen unas espinacas, por eso podemos escaldarlas o prepararlas al vapor y añadirlas a una ensalada.
Sin embargo, vale la pena fijarse en que las hojas estén en buen estado. Tenemos que evitar los colores o tonos de marrón y amarillo, así como manchas negras u oscuras. Entre más verdes y brillantes estén, mejor para nosotros.
CONSEJOS PARA ELEGIRLAS Y CONSERVARLAS
Hablando sobre lo que es mejor para la cocina, es muy importante saber cuáles son los mejores ejemplares para llevar a casa.
Acá buscamos betarraga con una textura firme, que si las apretamos no ceden, así que es mejor no comprar las que se sienten muy suaves. Así mismo, tampoco queremos las que tienen manchas, golpes o la piel con arrugas o lastimada.
También vale la pena asegurarnos de que tienen un tamaño similar, sobre todo si el plan es cocinarlas al mismo tiempo. Recordemos que el tamaño afecta el tiempo de cocción.
La forma más sencilla de conservarlas es un recipiente hermético en el refrigerador.
Fuentes:
https://www.thespruceeats.com/beet-facts-selection-and-storage-1807488
https://verduras.consumer.es/remolacha/introduccion
https://www.cuerpomente.com/blogs/gastronomia-consciente/como-cocinar-remolacha_5443
https://www.thespruceeats.com/how-to-cook-beets-4801520
https://www.rionegro.com.ar/como-cortar-y-cocinar-las-remolachas-ojo-que-decolora-YX2880265/