En Recetas Nestlé® nos encanta aprovechar esta verdura y prepararla usando diferentes técnicas
Cuando entramos a un supermercado o una tienda y vamos a la sección de frutas y verduras, nos encontramos con un espectáculo de colores. Más allá de las temporadas, el color es algo que no deja de ser protagonista, en especial cuando hablamos del pimiento.
Sumado a los tamaños en los que solemos hallar esta verdura, además de que normalmente tiene unos tonos brillantes y cautivantes, la convierten en uno de los alimentos que se usan con más frecuencia en la cocina.
TIPOS DE PIMIENTOS
Las clases de las que vamos a hablar se diferencian, por lo menos a primera vista, por sus colores. Su apariencia es fabulosa para decorar platos y darles personalidad a nuestras preparaciones.
Pero también están los sabores que encontramos y que podemos aprovechar para darle más profundidad a todo lo que cocinemos, porque otra ventaja del pimiento es que lo podemos usar en todo tipo de recetas.
LOS PIMIENTOS DE COLORES
Aunque se suele hablar de las clases de pimiento para referirse a los colores con los que diferencian normalmente, en realidad no son especies o clases distintas. Se trata de la misma verdura, pero en otras etapas de maduración.
Los cambios de sabores y colores son bastante comunes en las frutas y verduras a medida que maduran. Las manzanas pasan a estar más amarillas y menos jugosas, mientras que las paltas se negrean y se ablandan.
Pero el caso de los pimientos es bastante curioso, puesto que se aprovecha en más etapas y colores que muchas otras frutas o verduras.
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- Pimiento verde: en algunos países es común escuchar que un alimento está “demasiado verde”, lo cual significa que aún no está maduro. Esto aplica para el pimiento, puesto que el verde es el primero que se recoge y al que más le falta madurar. Por esto, su sabor es el menos dulce, incluso a veces puede resultar un poco amargo.
- Pimiento amarillo: acá se encuentra a mitad de camino en su proceso de maduración. Es más dulce y tiene un sabor más fuerte que el verde. Además, esa sensación amarga ya no se encuentra acá.
- Pimiento rojo: sin duda el más popular. Su fama se debe a que está en el punto más fuerte de sabor, una sensación dulce y deliciosa que es utilizada para preparar los platos más exquisitos.
Más allá de su color, los diferentes tipos tienen características físicas muy similares.
- No son verduras pequeñas. Es común encontrarlos en entre 10 y 15 cm, aunque también hay ejemplares más grandes.
- Tienen una piel gruesa y carnosa.
- Aunque la intensidad varía, en general tienen un sabor dulce.
FORMAS DE COCINAR EL PIMIENTOS
Cuando dijimos que una de las ventajas de los pimientos es que podemos usarlos en todo tipo de recetas, es una característica que está completamente relacionada con la posibilidad de cocinarlos usando diferentes métodos.
Al utilizar distintas técnicas, también tenemos que hacer diferentes cortes y pensar en cómo obtener el mejor resultado. No es lo mismo cocinar algo a la parrilla, que hacerlo al vapor.
Aprovechar al máximo el pimiento, también nos permite practicar para usar el cuchillo correctamente, para ser más rápidos al momento de cortar y para entender cuál es ese punto de cocción que más nos gusta.
1. PIMIENTO A LA PARRILLA
Esta es una idea estupenda para una parrillada al aire libre. Nos pueden funcionar como un acompañamiento para la carne o como uno de los protagonistas para los invitados veganos y vegetarianos.
En este caso es importante usar una temperatura o fuego medio, porque si es alto corremos el riesgo de quemarlo. Además, vale la pena simplemente usar una pincelada de aceite para evitar que se pegue.
Tenemos dos opciones para cocinarlo:
- El pimiento entero: acá es necesario asegurarse de pintar toda la verdura y de darle vuelta mientras la cocinamos, para que se dore por todos lados.
- Partido por la mitad: para cocinarlo de esta forma lo mejor es cortarlo a lo largo. También es necesario pintarlo con aceite para que se pegue, pero la gran posibilidad de hacerlo así, es que podemos rellenarlo con quesos, carne molida u otras verduras.
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2. PIMIENTO SALTEADO
Además de aprovechar una parrilla, también podemos cocinarlo en una sartén con un poco de aceite para que no se adhiera y termine destruyéndose o quemándose si se pega a la base.
Una ventaja de saltear el pimiento es que podemos aprovechar diferentes colores y juntarlos en un mismo espacio para crear un juego de sabores más interesante que, además, va a verse muy bien una vez lo sirvamos.
Adicionalmente, acá no queremos usar los pimientos enteros o cortados por la mitad, en cambio, los vamos a cortar en círculos o tiras. Es bastante simple. Únicamente hay que hacerlo a lo ancho, dejando uno o dos centímetros entre cada aro.
Al momento de llevar los trozos a la sartén, es importante revolver constantemente con una espátula de plástico o de madera (este material ayuda a evitar que se raye la base), para que no se queme. En este caso podemos cocinarlos solos o añadirles salsas u otros ingredientes.
Estas son algunas opciones:
- Usarlos durante la preparación de una carne.
- Añadirlos a un arroz.
- Cocinarlos con salsa de soya o nuestra preferida para darles sabor.
- Saltearlos con otras verduras para hacer una ensalada.
3. PIMIENTO AL HORNO
A diferencia de las dos ideas anteriores, si queremos evitar el uso de aceite, podemos aprovechar el horno en nuestra casa para prepararlos. Sin embargo, al igual que la preparación a la parrilla, acá también tenemos unas cuantas opciones al momento de cortarlo.
- Pimiento completo: si decidimos llevar al horno las verduras enteras, es importante tener en cuenta que el tiempo de cocción va a ser más largo.
También vale la pena pensar en cómo los vamos a acomodar, es decir, si los ponemos acostados, es necesario darles vuelta para que su cocción sea uniforme; si los dejamos de pie, tenemos que estar pendientes para que la parte superior, la más cercana a la resistencia y fuente de calor, no se queme. - Pimiento cortado por la mitad: como el pimiento a la parrilla, acá podemos rellenarlos con algunos ingredientes que le den profundidad y personalidad a nuestro plato, aunque hay que tener en cuenta, que el tiempo de cocción es más corto que preparar un pimiento entero.
- Pimiento cortado en cuartos: este es el caso más rápido al momento de cocinarlos al horno, aunque no usamos ningún tipo de relleno. Si queremos jugar con los sabores, podemos aprovechar nuestras especias o condimentos preferidos.
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4. PIMIENTOS HERVIDOS
Si queremos un verdadero juego de texturas, esta es la mejor elección. Cuando cocinamos un pimiento en agua a altas temperaturas, el resultado es bastante interesante.
En primer lugar, la parte externa, es decir la piel, queda crujiente. En segundo lugar, está la pulpa, que termina mucho más suave. Esto es un contraste fabuloso que, podemos tener en cuenta para darle una nueva capa de profundidad a una ensalada, o que nos puede ayudar a complementar un plato, por ejemplo, con carne o pollo.
Lo mejor es cortar el pimiento de la misma forma que si lo fuéramos a saltear, en tiras o aros de 2 cm. Aunque esta medida puede varias según los gustos de cada uno, es importante anotar que entre más gruesos sean los cortes, van a tardar más tiempo en cocinarse.
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5. PIMIENTO AL VAPOR
Se trata de otra técnica para la que no necesitamos ningún tipo de aceite, pero que es importante hacer del modo correcto para que tengamos el mejor resultado.
A diferencia de las otras opciones, en la que el agua o una fuente de calor se encargaban de cocinar nuestra verdura, en este caso vamos a necesitar el vapor del agua. Para hacerlo correctamente es mejor tener en cuenta algunas consideraciones.
- Así usemos un colador o una vaporera para cocinar el pimiento, es clave que este no entre en contacto con el agua.
- La olla que usemos para cocinarlo debe permanecer cerrada para que el vapor no salga y la temperatura se reduzca.
- Con esta técnica también recomendamos cortar el pimiento en tiras o círculos.
6. PIMIENTO EN LA AIRFRYER
No podemos hablar de técnicas para cocinar y olvidarnos de este electrodoméstico que ha irrumpido en muchísimos hogares como una alternativa para freír usando muchísimo menos aceite.
Esta opción es muy parecida a la preparación al horno, puesto que podemos cocinar los pimientos enteros, cortarlos a lo largo y rellenarlos, o en trozos más pequeños y simplemente cocinarlos solos.
Es importante estar atentos para que no se quemen. Cuando tenemos el pimiento completo o partido por la mitad, una buena referencia es fijarse en la piel: cuando se vea un poco arrugada y con tonos más oscuros, significa que está listo para servir.
Fuentes:
https://www.20minutos.es/noticia/3461048/0/diferencias-pimiento-verde-amarillo-rojo/
https://www.directoalpaladar.com.mx/ingredientes-y-alimentos/cual-es-la-diferencia-entre-los-pimientos-verdes-rojos-amarillos-y-naranjas
https://www.hola.com/cocina/noticiaslibros/galeria/20210311185711/variedades-de-pimientos-y-recetas/4/
https://www.miarevista.es/cocina/fotos/descubre-las-diferentes-formas-de-cocinar-los-pimientos-271583413400
https://www.wikihow.com/Cook-Peppers